POCIÓN Nº 3: "Tempus Fugit. Ladrones de almas" de Javier Ruescas

Mi hermana y yo, aunque hace años que ya no vivimos juntas, siempre nos hemos prestado libros. Hacemos de vez en cuando incursión una en la biblioteca de la otra para poder ir incorporando títulos a nuestra  oferta lectora.
La última vez que rebusqué en sus estanterías, cogí prestado este libro, en el que ya me había fijado hacía tiempo.

Nuevomundo, año 102 d.i. (después de la inundación). Todo ha cambiado en los últimos tiempos, nos encontramos en una ciudad futurista, dominada por la tecnología.
Una terrible inundación acabó con todo y marcó el comienzo de una nueva era. En este mundo post-apocalíptico, las vidas solitarias de tres personas muy diferentes se cruzan por azar o quizás por destino.
Una chica con un pasado que olvidar, un chico que viene de otra época y aterriza allí por casualidad y un ladrón de futuros dominado por su lado menos humano. Como nexo de unión: Tempus Fugit, la empresa que ha promovido el confort y bienestar a los habitantes de las nuevas ciudades dotándoles de cabinas de teleporte. Pero tras sus paredes, ¿se oculta algo más oscuro? ¿son quienes dicen ser?

Empecé el libro con muchas ganas y una vez leí las primeras páginas, lo seguí con muchas más, de tal manera que lo he leído en apenas tres días (y no ha sido en menos por falta de tiempo).
El título no podía ser más acertado. “Tempus fugit” proviene del latín y significa algo así como el tiempo vuela, el tiempo se escapa.
Cada capítulo comienza con una cita famosa relacionada con el tiempo, el presente, el pasado y/o el futuro, y siempre guardando relación con el episodio al que precede.

En el primer capítulo conocemos a Pablo Heredia, un muchacho de la Castilla del Siglo XVIII, veremos un poco su forma de vida y descubriremos de que forma llega hasta el futuro.
El segundo se dedica a Hanna, una chica de Nuevomundo diferente a las demás, a la que miran como a un bicho raro por su vestimenta y por ir acompañada siempre de una bicicleta (en total desuso en la época en que nos encontramos). Su obsesión es encontrar a los causantes de la pérdida de sus padres.
En el tercer capítulo conocemos al último protagonista: Kleid, un protovidente o protovid, mitad humano, mitad androide educado para robar la esencia de las personas.

Esas primeras páginas son una breve introducción para irnos poniendo en situación y, a partir de ahí, vamos descubriendo algo a lo que llaman la Plaga, que ataca sobre todo a adolescentes dejándoles en una especie de estado vegetativo.
Pero, ¿Quién o qué es la Plaga? ¿Por qué hay gente entrenada para robar futuros? ¿Qué hacen con ellos? ¿Está detrás de todo Tempus Fugit?
La aventura y el misterio van recorriendo cada página de este libro, desvelando en pequeñas porciones toda la historia, para darnos a conocer y entender el pasado, el presente y el futuro, quedando finalmente todo perfectamente explicado, no quedan incógnitas, no hay preguntas sin responder.

En cuanto a los personajes, mis favoritos por descontado son Hanna y Pablo, se hacen querer desde un principio. Son perseverantes (quizás demasiado arriesgados para la corta edad que tienen), valientes, audaces y con una sensibilidad a flor de piel que les hace concienciarse más si cabe del mundo que les rodea.
En la otra cara de la moneda, Kleid nos mostrará su lado más autómata, fiel al objetivo que le mandan cumplir, sin cuestionarse nunca los motivos o las consecuencias, frío y calculador. Quizá esto cambie, quizás no, lo veremos a lo largo de las 295 páginas del libro.
No podemos olvidarnos de otros personajes que también juegan un papel muy importante en el desarrollo de la trama: Belkin Mapplethorpe (director de Tempus Fugit), Adán (a las órdenes del anterior), el profesor Mellier (siempre cuidando a Hanna), Omega (personaje misterioso) y los compañeros protovidentes de Kleid.
¿El final? No esperéis un “fueron felices y comieron perdices”, con lo cual tampoco quiero decir que sea un desenlace trágico, pero no acaba de la forma ideal que parece que siempre estamos esperando. Es un final diferente, pero bueno y lógico, una historia con moraleja donde cada uno recibe lo que le corresponde.

Como apunte, un tema de fondo que está latente en el libro es el del cambio climático. Realmente, si seguimos maltratando lo que nos rodea, ¿podríamos llegar a algo así? Rodeados de asfalto, exentos casi de naturaleza, con ambientes totalmente controlados,...
Sólo me queda decir que me ha gustado mucho y que recomiendo leerla, porque os transportará a otro mundo y os descubrirá un futuro que quizás queráis conocer.

A punto de cumplir 24 años, Javier Ruescas lleva toda su vida entre letras (escribe desde los 11 años). Desde 2006 dirige la web de fans  de “Crepúsculo” en español más grande  de España y Latinoamérica. Es redactor y maquetista de una revista de literatura juvenil on-line.

Aparte de “Tempus Fugit. Ladrones de almas” ha publicado también una trilogía: “Cuentos de Bereth”, que espero en un futuro tener también la ocasión de leer.

Si queréis visitar su web: http://www.javierruescas.com/

La de la obra que acabo de reseñar: http://www.ladronesdealmas.com/

Revista de literatura juvenil en la que trabaja http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/