A2. Entrevistando a...Raúl de la Rosa

¿Qué es A2?
A2 es una inciativa conjunta de Sarah Degel de "Yo soy bibliófila" y MaryLin de "Los libros de la bruja" con el fin de dar a conocer a diversos autores, sobre todo noveles y sus obras. Cada semana colgaremos una nueva entrevista preparada por ambas.

Os he hablado ya de Raúl de la Rosa y de su extensa bibliografía (ver AQUÍ), pero queríamos conocerle un poco más, a él y a su literatura, así que le hemos entrevistado y aquí os traemos el resultado.

¡¡¡Esperamos que os guste!!!

-Bon dia. Últimamente oímos hablar bastante de Valencia en los telediarios por las manifestaciones que los estudiantes están llevando a cabo por los recortes en educación. ¿Cómo está la situación? ¿Cómo se está viviendo por allí?

Estas manifestaciones son una muestra del descontento generalizado y del despertar de una sociedad hasta ahora adormecida. Es evidente que el actual sistema es injusto y que las cosas se pueden hacer de otra manera, y esto es lo que mucha gente empieza a comprender y a reclamar. 

-Pasando a la entrevista propiamente dicha. Tienes varias obras publicadas y entre ellas podemos encontrar tanto novelas como libros de divulgación, de filosofía práctica y cuentos. A pesar de tratarse de géneros tan diferentes, ¿todos ellos tienen algo en común?

Todos mis libros tienen nexos comunes, aunque sean de géneros distintos, novela, ensayo o cuento: el pensamiento libre y la solidaridad, la espiritualidad, el crecimiento interior y la ecología. Son ramas de un mismo árbol, no puedo entender la espiritualidad o el crecimiento interior ajenos a la ecología, a la labor social y a la solidaridad, y viceversa. Todo lo que hagamos debe tener implícitos todos estos componentes, si no estamos sustrayéndonos de una parte vital de la realidad.

-¿Qué te inspira a la hora de escribir?

Fundamentalmente mis experiencias, ideas y vivencias. Casi todos mis libros tienen un poco de todo, experiencias noveladas, ideas desarrolladas como ensayo o enlazadas en los diálogos y sucesos de las novelas. Intento mostrar caminos y bifurcaciones en esos caminos que nos puedan servir para tratar de vivir más en armonía con nosotros mismos y con los demás. 

-Dentro de tu extenso currículum nos llama la atención que eres experto en geobiología. Para los que no nos movemos en este campo, ¿qué es exactamente?

La geobiología es el conocimiento de la relación entre las distintas energías de la tierra y del cosmos y los procesos biológicos, especialmente los relativos al ser humano. Hay lugares que son favorables y otros, por el contrario, que nos pueden hacer sentir mal, incluso enfermarnos. Éstos son lugares donde se concentran determinadas radiaciones y energías. La geobiología nos enseña a distinguir los lugares que nos perjudican y a vivir, especialmente dormir, en los que nos favorecen. Si no dormimos bien, probemos simplemente a cambiar la cama de lugar, es posible que el sitio esté alterado por radiaciones negativas.

(muy curioso)

-Empezaste publicando libros de filosofía espiritual y de ahí pasaste a los otros géneros. ¿Fue difícil el salto de uno a otro? 

Empecé en realidad escribiendo sobre ecología, medioambiente y hábitat, así como de la sociedad subyugada por un modo erróneo de vivir con libros como “La revolución ecológica”, que, como bien decís, ya contenían un componente espiritual y de crecimiento personal. Después aparecieron los ensayos dirigidos específicamente a estos aspectos de nuestro mundo interior, como “Sé feliz, el poder de ser consciente”, o novelas como “La senda del chamán” y “El ermitaño que veía películas de Hollywood”. Recientemente he publicado “El gran libro de la vida sana” en donde se desarrolla aquello que puede perjudicarnos y aquello que nos es favorable, desde, como decíamos, los lugares favorables o la vivienda ecológica, la alimentación y los hábitos saludables. 

-Algunos de tus libros nos los imaginamos acompañados de una música relajante. ¿Cuál sería la idónea para ti? 

Hay infinitos tipos de música que me gustan y que podrían estar de fondo en muchos de mis libros, especialmente en las novelas. He tenido alguna oferta para hacer una película de “La senda del chamán”, aunque hasta ahora no ha aparecido la idea que yo tengo de cómo debería ser, y una parte importante es la música que debe acompañar a las imágenes, sea en una película o sea en la imagen mental que vamos creando al leer o al escribir. Algunos fragmentos de Debussy o de Rachmaninov podrían encajar perfectamente en ese paisaje mental que crean mis libros, y más actuales Ryuichi Sacamoto, Hans Zimmer, Lisa Gerrard o las arias de Café del Mar. 

(hemos seleccionado una de Hans Zimmer, esperamos que os guste)

-De entre todas tus obras, ¿cuál crees que supuso un antes y un después en tu carrera?

Creo que todas supusieron en su momento un cambio, un paso, aunque quizá “La senda del chamán” fue algo muy especial para mí. Fue un libro escrito con la mente y el corazón, pero también con las tripas. Un escritor pone buena parte de sí mismo en cada libro, aunque lo que escriba sea ficción, y especialmente en esta novela hay mucho de mí. 

-“La senda del chamán” está considerada como la gran novela espiritual del siglo XXI y sabemos que es consecuencia de tus propias experiencias. ¿Ha sido una larga senda? 

Son pasos en una senda que sólo existe en nuestra mente. Es el paso en sí, lo que vivimos en ese momento, lo que importa. No hay meta, no hay objetivos, sólo la consciencia de que estamos aquí en este momento haciendo lo que hacemos lo mejor que podemos. 

-Tus libros son para leer despacio, para asimilarlos y pensar en lo que acabas de ver escrito. ¿El proceso de escritura también es lento?

Hay libros o partes de los libros que surgen fácilmente. Lo importante del libro suele ser fluido y sencillo, luego a esa esencia hay que darle una forma y una trama para que resulte atractiva. Esta es la parte más lenta, que en muchos casos suele ser años. Hay libros, como “La senda del chamán” que ha llevado más de cinco años escribirlo, aunque partes de él ya estaban escritas mucho antes, o como algún otro que estoy escribiendo, como la segunda parte de “La senda del chamán”, que lleva varios años de trabajo y que sólo saldrá cuando sea el momento y el proyecto editorial adecuado. 

-Tu última novela publicada es “El ermitaño que veía películas de Hollywood”. En ella aparte de darnos una lección de vida con sabiduría y humor, se presenta a un personaje al que le apasiona el cine y recoge parábolas y citas de filósofos de la antigüedad, así como frases de películas de Hollywood de distintas épocas. ¿Te identificas en estos aspectos con el protagonista? ¿Cómo fue la labor de recopilar todas estas frases?

La idea del libro es hacer ver al lector que de cualquier sitio se puede extraer una enseñanza beneficiosa. El ermitaño usa las citas puntuales de algunas películas para que se entienda mejor lo que trata de explicar a sus amigos y seguidores. La mayor parte de las frases son de películas que me gustaron en su día y algunas otras que no me gustaron, para precisamente reforzar esa idea de que en todas partes hay algo que puede sernos provechoso y que depende de nuestra actitud y de nuestra capacidad de estar con la mente atenta ante lo que sucede.

En “El ermitaño que veía películas de Hollywood” también he tratado de quitar la solemnidad y la gravedad con las que muchas veces se trata de rodear a la espiritualidad. Este camino interior debe de ser alegre, gozoso, incluso divertido, si no es así deberíamos plantearnos si el camino que hemos elegido es el correcto. 

(Es una buena forma de hacer una novela cercana y divertida, enseñando además muchas cosas de uno mismo. Da que pensar)

-Según tú “la felicidad se conquista, es una conquista interior que se logra día a día”. ¿Qué pautas dirías que hay que seguir para conseguirla?

Poco hay que hacer aparte de ser consciente, ésta es la verdadera conquista. Si lo somos la felicidad se da por añadidura. Claro que para lograr ese estado íntimo de consciencia hay que caminar un poco. Lo primero sería aprender a relajarnos, a dirigir la mente a un lugar determinado, a mantenerla atenta… Luego, conforme avanzamos, de forma natural uno está relajado y sereno en casi todas las circunstancias de la vida y su mente está en lo que está sin necesidad de tratar que esté. 

-¿Crees que en el mundo que vivimos, nos hemos olvidado de ser felices?

Quizá no de serlo sino de saber que podemos serlo. Cuando veo la corrupción, las mentiras y manipulaciones de personas que quieren tener más y más, cuando además ya tienen mucho, veo también su sufrimiento y en cómo si fueran conscientes de la realidad se darían cuenta que no hace falta tener tantas cosas y causar tanto sufrimiento a otros y a sí mismos para conseguir lo que realmente quieren, y esto es lo mismo que quieren todos los seres humanos: evitar el sufrimiento y ser felices. 

Pero si tratamos de evitar el sufrimiento generalmente éste vuelve con más intensidad. Se trata de vivir lo que nos toca vivir de la forma más natural y sencilla posible, y lo más natural es ser compasivos, solidarios y felices. No somos tan diferentes unos de otros, tanto en lo bueno como en lo malo. 

-Sabemos que desde pequeño practicas artes marciales. ¿Cuáles? ¿Qué te han aportado?

Lo primero que practiqué fue yudo. Es una disciplina muy completa para la flexibilidad del cuerpo y de la mente. Después hice algunas incursiones en alguna otra disciplina, pero si tuviese que elegir una, me quedo con el yudo. En esta disciplina no hay violencia, ni rigidez y no siempre vence el más fuerte sino el que sabe aprovechar la fuerza del contrincante y templar su mente. 

-Naciste en Valencia y allí resides habitualmente, pero has pasado largas temporadas en otros países. ¿Nos puedes hacer un breve recorrido geográfico sobre esos lugares y lo que te han enseñado?

He vivido en la ciudad de Valencia y también en el campo y la montaña muchos años, asimismo he viajado por distintos países, los más cercanos, Francia, Portugal, Marruecos y otros de más al norte de Europa, Austria, Alemania, Holanda, Turquía, Checoslovaquia y sobre todo La Unión Soviética, primero, y luego Rusia, especialmente la zona este de los Urales. También he conocido la antigua cultura de México, los proyectos sociales en Cuba... 

Para mí la idea de viajar es conocer otras formas de vivir, otras tradiciones, ampliar la perspectiva de la realidad cultural y el mapa mental. Aunque cada día es más difícil ir a lugares diferentes. El mundo se ha homogeneizado de tal forma que muchas veces da igual estar en un país o en otro, incluso en un continente u otro, encuentras las mismas cosas y los mismos límites y contaminaciones mentales. Pero siempre quedan rincones y personas que vale la pena conocer. Es importante para ampliar nuestra objetividad conocer lo diferente. 

-Has publicado tres cuentos con Ediciones i: “Kaka y el niño valiente”, “Nani y los sueños mágicos” y “Lindo y Linda y el pez dorado”. ¿Consideras que son cuentos sólo para niños?

Son cuentos para todos los públicos, ya que tienen un trasfondo ético válido para cualquier edad. Aunque el primero, “Kaka”, sea el que más puedan leer los adultos. Es una mezcla de humor, parábola, y tiene la moraleja sobre la sabiduría que muchas veces vamos perdiendo conforme crecemos y dejamos de mirar la vida con la visión y la valentía de un niño. 

(A nosotras nos sigue gustando leer cuentos y estos nos llamaron la atención en cuanto los vimos. A Sarah más el de "Linda y Lindo" y a mí el de "Nani y los sueños mágicos", aunque cualquiera de los tres tienen muy buena pinta)

-¿Puedes definirnos en una frase cada uno de los cuentos?

“Kaka” es la valentía y la sabiduría sencilla de la niñez; “Nani” es la mirada limpia y el corazón puro; y “Linda y Lindo” es la compasión por encima de cualquier otra cosa. 

-¿Cuáles son tus lecturas de cabecera?

Desde niño me ha gustado leer. La casa de mis padres estaba llena de libros y fue algo natural introducirme en la literatura, especialmente a través de los clásicos. Creo que en los colegios, además de filosofía y ética, fundamentales para el desarrollo interior del niño, debería haber clases diarias de lectura y comprensión lectora. Las experiencias, ideas, etcétera, que los grandes escritores plasman en sus libros hace más comprensible el paisaje exterior y el interior, estés o no de acuerdo con sus tesis. 

Es necesario para la higiene mental tan deteriorada en nuestros días, leer a Platón, Aristóteles, Chejov, Dostoyevsky, Gorki, Kafka, Unamuno, Cervantes, Goethe, Tolstoi, Ortega y Gasset… Hay muchos muy buenos escritores que nos permiten aprender disfrutando. Los niños no deberían salir de la escuela sin haber leído y disfrutado a Dumas, Andersen, Dickens, Poe, Salgari, London… 

(Nosotras hemos leído a algunos de esos autores y yo particularmente echo de menos que en algunos centros no manden leer los clásicos de toda la vida: "Crimen y castigo", "Don Quijote de la Mancha", "Los miserables" o "Niebla", por nombrar algunos, que a mí me encantaron)

-¿Estás trabajando actualmente en un próximo libro? Si es así, ¿nos puedes adelantar algo de él?

Suelo trabajar varios libros a la vez. Algunos necesitan mucho tiempo, documentarse, ir a los lugares donde sucede la trama, meditar sobre ellos, dejarlos reposar. Por ejemplo, la segunda parte de “La senda del chamán” sucede en la zona sur de Siberia y en el desierto del Gobi, y para ello hay que ir a esas tierras, vivir su cultura, aspirar el aire, pisar los lugares… 

Te daré una primicia, en un par de meses saldrá mi nueva novela “El lobo que se comió al caballero andante”. Es un libro que creo que sorprenderá al lector, ya sólo el título indica algo inaudito, insólito. Tiene dos partes bien diferenciadas. La primera se basa en las terribles vivencias del protagonista, en sus profundas emociones, en su búsqueda de algo que no sabe bien qué es; la segunda, es la parte más poética, más espiritual, es el encuentro en circunstancias excepcionales consigo mismo, con el mundo, con la realidad. No creo que defraude las expectativas de nadie que además de pasar un buen rato leyendo busque el valor añadido de una experiencia espiritual profunda y verdadera, dentro de un marco de absoluta ficción y fantasía.  

(te agradecemos la primicia. Desde luego el título nos encanta, llama la atención)

-Después de todo esto sólo nos queda desearte todo lo mejor en tu camino hacia la felicidad y esperar que sigas compartiendo esa filosofía de vida para que los demás aprendamos a mirar hacia adelante y ver siempre el lado positivo. Moltes gracies i bona sort!!

Gracias a vosotras, por dejarme compartir con vuestros lectores este espacio de encuentro y por esta entrevista tan agradable.  

Una literatura que no te puede dejar impasible y que te dará que pensar sobre tu vida y tus objetivos. Nos quedamos con una frase de la entrevista "Quizá no nos hemos olvidado de ser felices sino de saber que podemos serlo".